Los masajes eróticos más populares

Aunque existen todo tipo de versiones y variedades, así como denominaciones para estas experiencias, algunos de los masajes eróticos más conocidos son el masaje a cuatro manos, el tántrico y el nuru. Existen muchos más. Como el hindú, el francés o el tailandés, pero los anteriores se sitúan entre los más demandados.

El masaje a cuatro manos es muy excitante porque incluye la participación de dos personas ejecutando el masaje. Además, es también importante la correcta disposición de la persona que va a recibir el masaje, su participación a través de la concentración y la respiración, para relajarse mejor y alcanzar mejores sensaciones. La dinámica de dos personas masajeando a una tercera permite activar todo su cuerpo y exponerse así a una experiencia más gratificante.

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Otro masaje erótico muy demandado es el tipo tántrico. El tantra es una disciplina oriental que tiene como objetivo centrarse corporalmente en una disciplina concreta. Llevada hacia el bienestar a través de la masoterapia y la estimulación sexual esto se traduce en la aplicación de lubricantes, lociones, cremas o aceites con fragancias en los puntos centrales del masaje. Se trata habitualmente de zonas erógenas que no son las propias de los encuentros sexuales, pues la finalidad es ir más allá de eso, centrarse con la integridad del cuerpo en alcanzar la satisfacción erótica.

El masaje nuru se denomina así por el aceite que se aplica, que recibe ese nombre. Es un masaje destinado a parejas o en el que han de participar masajista y masajeado. Es importante tener ciertas nociones sobre esta dinámica, insistimos, puesto que la estimulación erótica y de bienestar se consigue mediante el deslizamiento y el roce de los cuerpos, que han de conectar para llegar más allá del plano físico.

Los masajes lingam y yoni provienen igualmente del tantra pero se basan en una estimulación más centrada en los genitales del hombre en el caso del masaje Lingan y de la mujer en un masaje Yoni. En muchos casos se puede confundir con una masturbación común pero se estimulan muchas otras partes del cuerpo y la mente para combinar esa práctica sexual con la meditación. Este tipo de masaje honra a los genitales.

El masaje lingam proviene de la India donde se consideraba que las estatuas del Shiva Lingam concentraban toda su energía en el pene. Por ello, se considera al cuerpo del hombre como un templo y a su pene como un lugar sagrado.

Desde esta perspectiva un masaje erótico lingam mima y cuida al pene como si fuera sagrado y busca la forma de estimularlo desde todos los puntos de energía posibles. Mediante la estimulación de los testículos, del perianal, el punto P (prostático) y todo conectado a la respiración para lograr una práctica cómoda y relajada.

El origen del masaje Yoni es similar. Su palabra significa “Espacio sagrado” y sus movimientos se hacen con el mismo objetivo desde el pleno conocimiento de la vagina. Es un masaje que se realiza activando todos los puntos erógenos femeninos y combinándolos con una respiración lenta y profunda para lograr la máxima relajación.

Las sesiones de masajes eróticos tienen la intención de ofrecer placer, pero esto ha de ir más allá que la simple estimulación corporal. El uso de cremas o aceites no es lo único permitido y recomendable. A estas se suman elementos como los juguetes, la música, la iluminación o los aromas… todo ha de ir encaminado a facilitar esa estimulación integral.

Cualquier dispositivo puede ser bienvenido en estos encuentros siempre y cuando se utilicen de manera correcta. Además, insistimos en la formación y la destreza antes de iniciar sesiones de este tipo, pues la finalidad es alcanzar el bienestar y si no se conocen determinadas técnicas, el resultado puede ser justo el contrario.