Hay días en los que simplemente no damos más. Nos duele el cuello, estamos más tensos de lo normal, irritados o todo nos molesta… y aun así seguimos adelante como si nada. Pero la verdad es que el cuerpo avisa. Y cuando lo hace, suele ser buena idea escucharlo.
Cuando te das un masaje relajante, tántrico o erótico, probablemente salgas sintiéndote más ligero, con menos tensión, y con una sensación general de bienestar. Pero ¿alguna vez te has preguntado qué ocurre realmente dentro de tu cuerpo durante esa hora de desconexión?
Cada vez que cambia la estación, sentimos que algo se mueve en nosotros. A veces es más energía, otras veces más cansancio, o incluso una mezcla de ambas. Lo que está claro es que el cuerpo nota el cambio, aunque no siempre sepamos ponerle palabras. ¿Y sabes qué? Un buen masaje puede ser justo lo que necesitas para acompañar ese momento.
